Dentro de los procesos utilizados para
identificar necesidades y deseos del
mercado, la implantación de relaciones con el consumidor y la retención del
valor del interesado para alcanzar beneficios, debemos destacar una forma de marketing directo
que con el pasar de los años se ha mantenido en vigencia y aun en nuestros días,
podemos decir que sigue siendo uno de los tipos de marketing más usado, así
como también el de mayor respuesta positiva para la organización que lo pone en
práctica deseando identificar la satisfacción del cliente.
El telemarketing o también conocido como telemercadotecnia, consiste
en contactar clientes potenciales, donde un asesor por medio del uso del teléfono o cualquier otro medio de comunicación comercializa los productos y servicios que son ofrecidos por la empresa. Los clientes
son identificados principalmente por su historial de compras (cuando es el caso
de clientes de la organización), participación de eventos o encuestas
realizadas previamente, estos principalmente son identificados a través de la
web, (para el caso de clientes nuevos). Esta actividad se ha convertido en un
espacio para la venta tan válido como lo es actualmente la televisión y radio.
Hace algunos años cuando se iniciaba la práctica
de esta forma de marketing, se consideraba el teleoperador como un vendedor
telefónico, al que le importaba principalmente su beneficio económico, dejando
de lado las necesidades que podrían presentar
los clientes, en la actualidad la
persona encargada de desarrollar la actividad del telemarketing no posee la
misma identificación que años atrás, ya el teleoperador es visto como un asesor
el cual además de ofrecer soluciones, también está enfocado en la
identificación de las carencias que pueda presentar el consumidor al momento de
realizar el enlace con el mismo.
Veronica Masias.
@vronik12
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