viernes, 9 de noviembre de 2012

De la Globalización a la Nacionalización



El sector empresarial venezolano, en los últimos 20 años, ha sido objeto de ciertos fenómenos producidos por factores externos que han cambiado patrones económicos y sociales de algunas organizaciones y, por ende, del país.
A finales de los años 90, tuve la oportunidad de participar en un proceso de transición de la empresa en la que trabajaba. Esta empresa nacional de capital privado pasaba a ser parte de un conglomerado con presencia en más de 60 países del mundo. Esta transición trajo consigo un rápido desarrollo tecnológico a nivel de  telecomunicaciones e información, un crecimiento exponencial  en la variedad de productos y servicios ofrecidos al mercado,  la aparición de procesos productivos altamente eficientes, gestión organizacional de alto alcance y la implantación de un plan estratégico orientado a obtener beneficios económicos e invertir para seguir siendo líderes en el mercado. Estaba ante la presencia de un proceso de Globalización que vino a plantear un conjunto de retos pues todos debíamos desenvolvernos en un nuevo  ámbito de mayor complejidad estratégica y gerencial.
Viene el siglo XXI y con ello un cambio de tendencia política y social en el país. Se implanta un nuevo modelo económico que viene a cambiar el rumbo empresarial en Venezuela. El Estado Venezolano inicia un proyecto en el que por razones de seguridad nacional o interés social, decide apropiarse de aquellas empresas productoras de  determinados bienes y servicios básicos y así garantizar el suministro de insumos necesarios para la consolidación de sus programas sociales.
Una vez más, la industria donde laboraba no pasó desapercibida ante el nuevo fenómeno. La Nacionalización de la industria fue inminente. Se inicio un proceso de transición  de un sistema gerencial  global  y capitalista  a uno nacional y socialista. 
Una transnacional con estrategias de mercado  basadas en la rentabilidad de la empresa y la satisfacción de los clientes, se convirtió en una empresa con visión estratégica socialistas que buscaba cubrir las necesidades sociales a través del gasto público.  



1 comentario:

  1. Siendo durante más de 15 años parte de una industria de gran valor para el país, no podría decir cual modelo es mejor que el otro. He visto como el sector ha sido sometido a cambios y ha vivido sus procesos saliendo exitoso de ellos. En mi opinión, la nacionalización no ha sido una decisión del todo errónea, pues las fuentes de materia prima utilizada para la producción provienen de la explotación de nuestros recursos naturales. Sin embargo, la forma brusca en la que se llevó a cabo este proceso, es lo que para mi no se ha hecho de la manera correcta, pues ha traído consecuencias que la empresa después de cuatro años aún no ha podido resolver. En la actualidad, no se cuenta con un plan estratégico definido que guie los destinos de la nueva empresa socialista. Aun cuando el enfoque socialista no establece como prioridad ser rentable, es indispensable producir para poder cumplir la misión que le toca dentro del proyecto social.

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