domingo, 24 de febrero de 2013

Análisis situacional del mercado agrícola venezolano



La Soberanía Alimentaria, definida a groso modo como el derecho de los pueblos a definir sus propias políticas y estrategias sustentables de producción y consumo de alimentos,  que garanticen el derecho básico y elemental a la alimentación para toda la población, siempre respetando sus culturas agropecuarias. Sencillamente, la capacidad de un pueblo de autoabastecerse del alimento fruto de su tierra.

En los últimos años he escuchado repetidamente le frase “¡somos potencia!”, haciendo referencia a distintos sectores económicos del país, pero desde hace tiempo nadie se expresa de esta forma del sector agrícola venezolano, por lo menos nadie racional y realista residente en la patria de Bolívar, aquella que en el algún momento podía contar con su agricultura.
Es en este cuadrilátero, donde en la esquina roja y de peso pesado encontramos al señorío, y en la esquina azul y de peso pluma el mercado agrícola, contienda predecible y por una sola senda, pero en la que cada asalto sobrevivido es una victoria, aun no comienza el conteo, pero el juez…  ya está prevenido.

Los avances de la tecnología y buenas prácticas a nivel mundial ofrecen herramientas que permiten optimizar el negocio, aumentar rendimientos, contrarrestar plagas y enfermedades, todo esto resulta en mayor producción, mas alimento, menos hambre, todos supuestos de soberanía. Pero estos avances los observamos a la distancia, como un ave que en su vuelo se desvía y se aleja cada vez mas de nosotros, en una economía fundamentada en las importaciones y en el papel moneda del norte, en la que no es prioridad el mercado agrícola.

Las carencia de insumos de cualquier tipo ha generado el coma de la agricultura, donde la variedad desapareció del vocablo, “esto es lo que hay”, si se consigue el tesoro, su valor depende del tamaño del botín y de la ubicación de la “X” en el mapa, los importadores circenses ultrajan sus sombreros de copa y sus varitas mágicas, los comercializadores y distribuidores improvisan maneras para abastecer sus inventarios, y la cartera de productos se cuenta con los dedos de una mano. La planificación estratégica no estudia necesidades sino posibilidades, el mercadeo es casi clandestino, los inventarios son un secreto, y las plegarias nuestro único consuelo.

Una nueva peste tarda minutos en arropar nuestros cultivos, el remedio tarda años en llegar a nuestras manos, abandonamos la producción de agroquímicos e insumos para importarlos, pero en el menú portuario, ese plato, ya ni se come frio.

En un país colmado de tierras agraciadas para la agricultura, con potencial mas no potencia, es hora de colgar los guantes y tomar la escardilla para sembrar el país que merecen nuestros hijos.

Ing. Giovanni Liberatoscioli Jorges
@giogatoamarillo
#MktGV35  

1 comentario:

  1. Hablar de agricultura en este proceso politico que vive nuestro pais da tristeza, nada mas pensar que la mayoria de los productos que se consumen son importados, es dificil creer que una vez fuimos exportadores de arroz y hoy en dia somos importadores, es posible que los productores de este rubro agricola esten limitados a comprar insumos, es tanto la situacion critica que en las casas comerciales de productos quimicos no tienn inventario y si lo hay es a altos precios. Como venezolanos que queremos nuestro pais y ver crecer a nuestros hijos hay que contribuir a que cese esta situacion.

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