martes, 17 de noviembre de 2015

¿Lovemarks o Neuromarks?

Fue Kevin Roberts quien revolucionó el mundo del mercadeo con el lanzamiento del concepto Lovemark, si así es, en este concepto se liga el amor con la marca, no representa más que el amor o la afección que sentimos por una marca en específico y de estas tenemos muchos ejemplos, como las empresas que entendieron que son mucho más que una empresa, mucho más que un producto, entendieron que son una marca: Coca-Cola, Nike, McDonald’s, Toyota, entre muchos otros “Titanes empresariales” son ejemplos de lovemark. 
Ahora bien, para que uno de estos titanes se hayan convertido en lovemarks usaron un as bajo la manga, si, neuromarketing, que no es más que la aplicación de técnicas de la neurociencia en el mercadeo, para comprender, entender, discernir, captar, conocer, intuir, sea el verbo que se use, las percepciones y deseos de los clientes. 


Las empresas que utilizan el neuromarketing entienden que nuestras compras en su mayoría son irracionales y por lo tanto nos dejamos llevar por nuestras emociones. Es por esto que dentro de estas técnicas de neuromercadeo lo que busca la empresa como comenté anteriormente es anticipar las emociones de los compradores, saber que los emociona y que los cautiva, de manera tal que logran persuadirnos de una forma tan impresionante que cuando vemos nuestro carrito de compras terminamos comprando todo lo contrario o más de a lo que verdaderamente fuimos a buscar en primer lugar. 

Lo hacen haciendo uso de los elementos que menciona Robert en su libro “Lovemarks” como esenciales para convertir nuestra marca en una marca amada: misterio, sensualidad e intimidad.  Gran ejemplo de esto: Coca- Cola. 
Misterio: su historia que ha cautivado por años, su famosa y “conocida”, fórmula secreta, de alguna manera ha despertado curiosidad en casi todas las personas del mundo. 

Sensualidad: La capacidad que ha tenido Coca- Cola de poner en marcha nuestros sentidos, usando estímulos por supuesto. Para nadie es secreto lo que provoca esta bebida cuando se oye el efecto burbujeante de sus gases al servirla ese “psss” que se produce. Apuesto que ya te provoca una. 
Intimidad: Me refiero acá al poder que ha tenido, tiene y tendrá Coca- Cola para mantener una estrecha relación con cada uno de sus fieles seguidores y para esto ha usado una de las emociones más importantes para cualquier ente en este mundo, la felicidad, no solo la felicidad, la felicidad compartida en momentos importantes. 

En lo personal considero que estos dos conceptos están estrechamente relacionado pues el uno no funciona sin el otro y cada día tienen un mayor auge y son parte de las estrategias que actualmente están utilizando las marcas a nivel mundial y es que esta estrategia de lovemarks y neuromarketing, funciona y las marcas están conscientes de esto y además saben que son el futuro para que su marca perdure y construya un ventaja competitiva en el tiempo.

Todos los días y aunque no nos percatemos, estamos en presencia del neuromarketing, y es que así funciona, sigiloso y calmado, de tal manera que te cautiva y logra entrar a tu “corazón”, hasta el punto en que no puedes dejar de pensar en una marca y se convierte en tu marca preferida por excelencia. Por eso el título de este ensayo, ¿verdaderamente amamos una marca? o simplemente estos grandes titanes nos conocen casi más que lo que nosotros conocemos de nosotros mismos. 

Adjunto por acá un enlace interesante con un experimento hecho sobre Coca-Cola /Pepsi y hace comprender esto de comprar racionales e irracionales: 
http://www.educadictos.com/neuromarketing-el-experimento-de-coca-cola-y-pepsi/

Paola Badas
Twitter: @Paobadas

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