sábado, 28 de noviembre de 2015

PUBLICIDAD EN TIEMPOS DE CRISIS



Entre las medidas que usualmente se toman para afrontar las dificultades de un período de crisis, quizás la más común es la reducción de costos y gastos. A priori esta medida luce prudente y conservadora, pero debe ser evaluada con cuidado, en vista de que suele repercutir en la actividad y capacidad de la empresa. Vale la pena hacerse la siguiente pregunta: sí el mercado está más renuente a comprar, ¿es correcto disminuir o limitar las herramientas qué nos ayudan a vender?. Es importante distinguir hasta qué punto la empresa se protege y con qué medidas alimenta dicha crisis.   

 El caso puntual de la publicidad, al ser una parte del presupuesto que no incide directamente en el área operativa de la empresa y cuyos efectos positivos en términos de incremento en las ventas o posicionamiento en el mercado, son bastante complejos de medir, requiere especial consideración al ser evaluada. A pesar de ser una víctima frecuente de los recortes presupuestarios, la publicidad representa la alternativa más rápida, amplia y efectiva para que una empresa pueda darse a conocer y formar una imagen dentro del mercado.  

Existen varios aspectos a tener en cuenta que apoyan la idea de mantener e incluso reforzar los gastos/inversión en publicidad durante una época de crisis. En primer lugar, la contracción que sufren algunas empresas en términos de capacidad de producción o volumen de ventas, puede significar que se esté liberando una cuota de mercado, hacia la cual se puede orientar la publicidad de la empresa que apueste por sacar provecho de esta oportunidad. La publicidad ayudaría a posicionar sus productos o servicios en un mercado parcial o totalmente desatendido.

Adicionalmente, en tiempos de crisis los consumidores suelen ser más selectivos en sus compras, por lo que una publicidad efectiva puede marcar la diferencia al momento en que el consumidor realice su elección. De esta manera, la idea sería tratar de ubicarse como la primera opción en el mercado.

Por otra parte, incluso bajo el escenario de que una intensa crisis mantenga el consumo en niveles bajos, se debe considerar el largo plazo, es decir, la posibilidad de mantenerse siempre presente en la mente de los clientes cautivos y potenciales, puede ser el impulso suficiente para rápidamente aprovechar el período posterior de recuperación y bonanza.

La perspectiva desde la cual se observa una situación nos permite definirla y tomar acción al respecto. Toda situación de crisis representa por naturaleza una serie de amenazas para la mayoría de las empresas, pero lograr una visión amplia y objetiva de todo el contexto, probablemente permitirá vislumbrar oportunidades importantes incluso dentro de los escenarios más oscuros. La idea en cualquier caso es agotar los enfoques positivos en que se pueden abordar las presentes o futuras circunstancias, antes de tomar la decisión de retroceder.

ECON. OMAR LINARES

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