Conocer
la forma en la cual el consumidor aborda el proceso de compra, aporta información útil para aquellas
empresas que buscan ganar la preferencia de sus productos y servicios
El venezolano
se destaca por preferir marcas reconocidas y productos de calidad. Hay distintos
tipos de clientes, esto por la forma en la que se comportan y por los productos
que eligen, en cambio otros se segmentan de acuerdo con la cantidad de dinero
que invierten en un producto y/o servicio.
Desde
hace más de 25 años Procter & Gamble
y Walmart implementaron una
filosofía de trabajo llamada ECR (Efficient Consumer Response) a través de la
cual se fijaron el claro objetivo de trabajar en colaboración enfocados en
ofrecer un valor al consumidor. Esta filosofía se ha vuelto un “must” de
trabajo entre retailers y fabricantes, teniendo como consecuencia la
implementación de procesos como Category Management para entender de mejor
forma lo que sucede con una categoría y su impacto en el shopper. Estoy seguro
que los resultados de hacer las cosas pensando en el consumidor y no en los
intereses propios de una marca de productos de consumo masivo o de retail, trae
beneficios a todos los involucrados en la cadena de valor, como lo ha
demostrado esta metodología de trabajo con más de 2 décadas de puesta en
práctica.
Hoy
en día, a través de estas compras y adquisiciones que se están llevando a cabo
en el retail, el consumidor se enfrenta a un número menor de opciones para
adquirir productos y servicios. Quiero aclarar que no estoy en contra de que
esto suceda, siempre y cuando el valor al consumidor sea una premisa,
contribuyendo a su satisfacción a la hora de visitar un punto de venta y destinar
un presupuesto a una compra.
Por
otro lado, las herramientas de comunicación con las que se cuenta hoy en día,
también deben ser aprovechadas en gran medida por las empresas envueltas en una
transacción como la descrita anteriormente.
En
resumen, el foco en el consumidor no solo debe estar en saber qué tipo de
producto o servicio requiere para satisfacer una necesidad, sino también en las
operaciones financieras, en las que la gran mayoría de las veces no toman en
cuenta su opinión, el venezolano se inclina mayormente por comprar cosas que le
cuesten un poco más pero que sean de calidad, y es muy claro que si en algún
establecimiento en él lo recibieron en algún momento lo trataron bien, el cliente volverá.
Naryeri Fernandez
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