viernes, 6 de marzo de 2015

Todas las emociones son positivas

Bien sabemos que el marketing es un mundo donde cada detalle debe contar para hacer llegar una buena imagen de un producto a un consumidor y lograr estar en el top of mind del mismo, es por eso que resaltar las emociones del consumidor como una de estas características principales es de gran importancia dentro de los proyectos que se ejecutan en este medio.

            Al momento de realizar la matriz DOFA o desarrollar los objetivos de la empresa, se deben tomar en cuenta las emociones para aprovecharlas al máximo y lograr los objetivos planteados anteriormente. Las emociones destacadas se conocen como MARTAA:

M = Miedo
A = Amor
R = Rabia
T = Tristeza
A = Alegría
A = Ansiedad

            Es importante saber cómo utilizar cada una de estas en su justa medida para conseguir los resultados deseados. En el caso del miedo, el ser humano reacciona y huye, corre o tiene alguna acción de alejarse (se pueden utilizar estas reacciones como parte de algún método creativo de presentación de algún producto), en el caso de la rabia en su justa medida, se puede lograr en el consumidor la reacción de obtener el coraje o valor  de enfrentarse a alguna situación o persona, con la tristeza se puede conseguir la reacción de la búsqueda de ayuda o ser auxiliado en la situación y en el caso de utilizar la ansiedad, se logrará que los consumidores actúen, cumplan con los requerimientos o hagan las cosas que se les piden. Además de aplicar inteligentemente las emociones que normalmente se tildan de negativas en pro de un producto o empresa, también se pueden explotar las positivas anteriormente mencionadas (amor, alegría) para obtener los mejores resultados de los proyectos y dejar las mejores experiencias en el recuerdo de los consumidores.

            Es importante tomar en cuenta también que las emociones que se llevan a los extremos pueden ser contraproducentes al momento de llevarle la marca al consumidor. En el caso de las emociones mencionadas puede ocurrir que mientras más miedo se llevará al pánico, mientras mas rabia, se obtendrá ira, mientras más tristeza se puede llegar a la depresión y con mayor nivel de ansiedad se puede llegar al estrés de los consumidores y dejar una mala imagen del producto.

            A pesar de ser una manera sencilla de explicar cómo se pueden utilizar las emociones para aprovechar cada detalle del producto ofrecido, es indispensable utilizarlos inteligentemente y de manera que se logre crear cierta conexión positiva entre el cliente y la marca. La clave del éxito está en conocer el target al que se le quiere llegar y saber mucho sobre este, aprovechar sus gustos y explotarlos al mismo tiempo de conocer qué no les gusta y encontrar una manera positiva en que se pueda aprovechar para conocer al producto o aumentar su frecuencia la frecuencia de uso del mismo y que de cualquier manera influya en su vida de manera positiva y quede en la mente de estos para lograr un buen posicionamiento dentro de ese segmento y que los consumidores lo prefieran.


Beatriz Corro.

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