Este acto conversacional es
punto de partida en el desarrollo de personas, junto a la propia autocrítica.
En el ámbito organizacional la retroalimentación (aunque puede surgir de una
inquietud del colaborador), es responsabilidad del supervisor, quien emprende
una conversación con el individuo con el fin de corregir el desempeño e
incentivar la manifestación de acciones y comportamientos exitosos.
Adoptar una cultura de
retroalimentación potencia la efectividad de las conversaciones
organizacionales, pues nos aporta sentido de dirección al facilitar el
intercambio de información relevante de las necesidades organizacionales e
individuales, alineándolas. Además a través de este mecanismo se pueden
detectar necesidades reales de capacitación, competencias a desarrollar,
fuentes de motivación y es una oportunidad de sumo valor para reforzar un
desempeño exitoso.
Para que una
retroalimentación sea efectiva quien la ofrece debe basarse en comportamientos
y hechos observables, y quien la recibe debe contar con la madurez y la
flexibilidad suficientes para aceptar la percepción de su supervisor con
relación a sus competencias y resultados. La retroalimentación puede verse como
un regalo comunicacional, en el cual tu supervisor y tu intervienen con una
intención constructiva.
Ing. Reny Curuco
Facebook: reny curuco
No hay comentarios:
Publicar un comentario